martes, 6 de septiembre de 2011

Tarde en Graza

Antes de empezar con la entrada de hoy, tengo que avisar de varias cosas. La primera es que igual tardo un poco en encontrarle un tono al rollo éste de escribir sobre escalada. No quiero que el blog se convierta en una enumeración de "estuve en tal y encadené cual", entre otras cosas porque de momento yo no encadeno ni al perro. Me gustaría que tuviera algo más de chicha. Pero ya os digo, aún no sé cómo lo haré. La segunda es que quiero hablar de todas las salidas de escalada que he hecho este verano así retroactivamente, pero hasta ahora me daba pereza e iba aplazando comenzar con este blog, así que voy a empezar a partir del presente y después ya iré rememorando momentos a medida que se me vaya apeteciendo.

Una vez dicho esto, os cuento que hoy he estado escalando en Grazalema, en el sector de la Virgen, intentando de primera un 6a y un 6a+; del 6a me he colgado un par de veces, pero he llegado arriba y no me he caído, y del 6a+ he volado como superman y me he quedado a dos chapas de la reunión.

¿Reflexiones? Ni tan mal. Me he visto mejor que la última vez que estuve probando esas vías. Voy menos tensa, intento agarrar las presas con la fuerza justa y darle un poco de continuidad al asunto. Todavía me falta no pararme tanto ni echar el hígado cada vez que voy a chapar. Aún voy bastante acojonada de primera y, aun así, me sabe a poco ir al torro. Paradojas de escalar. De verdad que cuando estás arriba sufriendo como perra y pensando en el vuelo que te vas a pegar en los siguientes veinte segundos, te preguntas con seriedad qué es lo que te gusta de este asunto. Y te contestas que es el chute de adrenalina en tu vía mesolímbica y sigues adelante, ¿qué otra cosa puedes hacer?

Ha sido bonito reencontrarme con Capote después de las vacaciones. Hemos hablado de psicología y convertido unas doscientas cincuenta frases en alusiones sexuales. También ha venido Ara, una amiga de Capote que casi me acompleja al hacerse del tirón el 6a (al torro, ¿eh?) y colgarse una sola vez del 6a+. Menos mal que yo le doy mucho valor al factor psicológico de ir de primera, y menos mal también que mi autoestima es del tamaño del océano.

Cuando me estaba colocando el grigri para asegurar a Ara, comprobando el mosquetón y tirando de la cuerda para ver si se bloqueaba, Capote me ha mirado así de reojillo mientras se hacía un cigarro. "Cómo me gusta verte asegurar y escalar, quilla", me ha dicho. Lo dice no porque asegure y/o escale especialmente bien, sino porque aprendí con él y sé que se siente orgulloso. Después le he pillado a él en su proyecto y ha sido emocionante. Eso de que alguien ponga su confianza en mis manos para que le pille todavía me pone nerviosa. Temo equivocarme y hacerle daño; como en la vida, supongo. Pero bueno, la cosa ha ido bien esta vez, y el tío sólo se ha caído una vez de su 8a.

Después cerveza y tapitas en Benamahoma y para Cádiz. A la vuelta íbamos escuchando en el coche un recopilatorio de Ara que parecía haber sido seleccionado para favorecer el suicidio colectivo. Nada más que canciones de amor despechado y pena intensa. Ha sonado "The blower's daughter", la cancion de "Closer", que aunque como bien ha dicho Capote no destaca porque el autor se quebrara con la letra, es extrañamente sobrecogedora. Yo iba en el asiento trasero, mirando por la ventana la luna, las estrellas y los campos de girasoles secos. Los tres conocíamos la canción y la cantábamos como podíamos, supongo que cada uno metido en su propia historia. Entonces he pensado "qué bonito escalar, que me regala experiencias como ésta". Como tomar algo en un bar de la sierra por la noche, con la sudadera puesta porque empieza a hacer frío, mirando la luna y la silueta de los árboles contra el cielo estrellado. O como ir en coche con personas que antes eran desconocidos y poco a poco se están convirtiendo en gente importante en tu vida, escuchando canciones pastelosas y comentando a voces que el amor es un timo.

¡Pero qué suerte que tengo!

No sé cuándo volveré a salir a la montaña, porque este finde tengo bodorrio en Madrid y el que viene guardia. De momento, mañana fiesta en el roco para despedir a un colega que se va a dar la vuelta al mundo en bici.

Dejo aquí este primer post, pelín confuso pero espero que ligeramente interesante, aunque sólo sea para mi de momento único seguidor (¡buenos días, Alex!).

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